¿Marketing extremo o puro genio? La actriz Sydney Sweeney, famosa por sus papeles en Euphoria y The White Lotus, acaba de romper Internet con una colaboración muy poco convencional. En alianza con la marca de cuidado personal Dr. Squatch, lanzó un jabón llamado “Sydney’s Bathwater Bliss”, que –sí, leíste bien– contiene gotas de agua real de su bañera personal.
“Cuando los fans empiezan a pedir tu agua de baño, puedes ignorarlos o convertirla en jabón”, dijo Sweeney entre risas a la revista GQ, explicando cómo una broma de Internet terminó en un producto físico que estará disponible a partir del 6 de junio, en una edición limitada de 5 mil piezas.
Un jabón entre el lujo y el delirio fan
El peculiar jabón no solo incluye el famoso ingrediente estrella (su agua de baño), sino también extractos naturales como corteza de pino y un aroma inspirado en el Pacífico Noroeste, con notas de abeto Douglas y musgo. Todo esto presentado en una barra marmoleada con tonos azules y marrón que, según Sydney, es “súper suave” y “realmente bonito”.
¿Broma, estrategia o ambos?
La idea, según la actriz, surgió como una respuesta irónica a la obsesión de algunos fans (principalmente hombres) con ella, potenciada por memes, sketches y hasta referencias en películas como Saltburn. Lejos de ofenderse, Sweeney decidió apropiarse del chiste y convertirlo en una campaña con causa: autocuidado con humor.
“Es una manera genial de tener una conversación con la audiencia y darles lo que quieren… pero también impulsarlos a cuidar de sí mismos de una forma saludable”, explicó.
¿Y las redes? ¡Arden!
Aunque la campaña ha sido aplaudida por su originalidad, no ha estado libre de polémica. Las reacciones van desde la fascinación hasta la incomodidad. Comentarios como “¿Sydney, por qué?”, “Esto es espeluznante” o “Amo a Sydney, pero ¿qué demonios es esto?” invadieron TikTok, X e Instagram apenas se anunció el producto.
Aun así, el movimiento ya es considerado un caso de estudio en marketing viral: logra conectar con el humor de Internet, generar conversación y, al mismo tiempo, vender un producto real (y aromático).
¿Lo comprarías?
Con solo 5 mil barras disponibles y un certificado de autenticidad incluido en cada una, el jabón de Sydney Sweeney podría convertirse en el objeto de culto más extraño del año.
