En cuestión de segundos, la vida puede cambiar. Un temblor, un huracán o una inundación pueden obligarte a dejar tu hogar sin previo aviso. México es un país expuesto a desastres naturales, y estar preparados puede marcar la diferencia entre el caos y la calma.
Tener una mochila de emergencia lista no solo te ayuda a sobrevivir los primeros días, también puede ayudarte a proteger lo más valioso: tu identidad, tu salud y tu tranquilidad.

¿Qué documentos no pueden faltar?
Además de agua, alimentos y un botiquín, tu mochila debe incluir copias físicas y digitales de documentos clave. Protégelos en una carpeta hermética o súbelos a la nube. Aquí te decimos cuáles:
Personales:
- INE, pasaporte, licencias
- Actas de nacimiento, matrimonio o adopción
- Carnets del IMSS/ISSSTE
- Documentos y microchip de mascotas
Médicos:
- Seguro médico
- Historial clínico
- Receta de medicamentos indispensables
Hogar y vehículo:
- Escrituras, contratos
- Pólizas de seguro
- Tarjeta de circulación
Financieros:
- Estados de cuenta, seguros de vida
- Datos de tarjetas y préstamos vigentes

¿Qué más debe llevar tu mochila?
Según el ISSSTE, estos artículos pueden ayudarte a afrontar los primeros días tras una emergencia:
- Alimentos no perecederos y agua
- Linterna y radio con baterías
- Medicinas y botiquín
- Ropa abrigadora y artículos de higiene
- Llaves de casa, dinero en efectivo
- Directorio de contactos y fotos familiares
- Crayones para escribir sin que la tinta se corra

Actuar hoy puede cambiar tu mañana
Las emergencias no avisan. Dedica unas horas esta semana para armar tu mochila, revisa su contenido cada seis meses y asegúrate de que toda tu familia sepa dónde está. También puedes tener una versión más pequeña en el auto o la oficina.
Recuerda: una mochila preparada no solo salva vidas, también protege tu historia, tus derechos y tu futuro.