Después de 55 años de caminar juntos, Ediciones de la Flor dejará de publicar los libros del querido humorista gráfico Joaquín Salvador Lavado Tejón, conocido en todo el mundo como Quino. Así lo anunció la editorial argentina en un comunicado que conmovió a generaciones de lectores: la entrañable Mafalda, emblema de su catálogo, será publicada a partir de ahora por Penguin Random House.

“Desde mañana, 1 de julio de 2025, Ediciones de la Flor dejará de publicar los libros de Quino, el emblemático autor de nuestro sello”, comienza el anuncio, compartido el día 30 de junio, a través de su cuenta oficial de Instagram.

La decisión, explicaron, fue tomada por los sobrinos herederos del artista, tras el fallecimiento de Julieta Colombo —sobrina y representante del autor— en 2023. Colombo había mantenido intacto el vínculo entre la obra de Quino y Ediciones de la Flor tras su muerte en octubre de 2020.
“Lamentamos que, por decisión de sus sobrinos herederos, no podamos continuar cuidando su obra como lo hemos hecho desde que nos eligió como su casa, hace más de medio siglo”, expresó con pesar la editorial, que durante más de cinco décadas acompañó la publicación, el crecimiento y el legado de Mafalda.

Para muchos lectores, ver a la pequeña de cabello oscuro y moño rojo en una tapa con el logo de la flor no era solo una tradición editorial, sino una imagen inseparable. Mafalda nació en los años 60, pero fue en 1970, con la publicación del sexto tomo de la historieta, que Ediciones de la Flor le dio impulso definitivo. Desde entonces, ambas crecieron de la mano.
A pesar del cambio, la editorial cerró su mensaje con una frase cargada de afecto y gratitud:
“Tenemos la certeza de que la historia mantendrá indisolublemente unidos nuestros nombres, como hasta ahora”, concluyó.

La noticia despertó una oleada de reacciones entre lectores y fanáticos que, aunque comprenden el cierre de este capítulo, sienten que se despiden de algo más que una historieta. Se despiden de una parte entrañable de la cultura argentina, de una alianza que marcó generaciones, de una casa que supo cuidar y acompañar con respeto, humor y compromiso a una de las voces más lúcidas del siglo XX.
Mafalda cambiará de sello, sí. Pero seguirá interrogando al mundo con la misma ironía aguda y ternura infinita con la que Quino la dibujó por primera vez.
