La inteligencia artificial generativa (IAG) está cambiando nuestras vidas… ¿pero qué pasa cuando empieza a cambiar también la forma en que nuestros hijos piensan, sienten o se relacionan?
Guillermo Cánovas, experto en seguridad digital infantil, lanza una advertencia clara: no podemos quedarnos de brazos cruzados.
“¿Nuestros hijos están charlando —quizá sin saberlo— con sistemas que simulan emociones, pueden mentirles y hasta influir en su personalidad?”
La pregunta parece sacada de una película de ciencia ficción, pero es más real de lo que imaginamos. Según Cánovas, este fenómeno ya está ocurriendo, y lo documentó en su libro “Mira con quién hablan”, donde analiza diálogos reales entre menores y sistemas de inteligencia artificial.

Una herramienta poderosa, pero con riesgos reales
La inteligencia artificial generativa no solo responde preguntas: crea contenidos originales, aprende de nuestras palabras, simula empatía e incluso puede parecer que “entiende” cómo nos sentimos. Para un adulto puede ser sorprendente… pero para un niño o adolescente, puede ser profundamente confuso.
Cánovas, reconocido por UNICEF y director del Observatorio EducaLIKE, lo explica sin rodeos: “Muchos adolescentes ya la usan para hacer tareas, divertirse o charlar. Y esta tendencia solo va a crecer”.

Pero el problema no está en el uso… sino en el desconocimiento. Según sus investigaciones, falta ética y regulación en el desarrollo de estas tecnologías. Y esto deja a los más jóvenes sin protección ante los riesgos psicológicos y emocionales que implican.
Los sistemas pueden mentir, disimular errores o fingir comprensión emocional, soltando frases como “me importa lo que sientes”. Y aunque parezcan inofensivas, estas respuestas pueden generar vínculos emocionales engañosos.
El gran peligro: creer que es una persona
Uno de los mayores riesgos es que los menores terminen relacionándose con la IA como si fuera alguien real. Y no lo es. Por eso, Cánovas insiste en que debemos actuar ahora: educar, supervisar y acompañar.
“Los niños y adolescentes necesitan aprender a usar esta tecnología con pensamiento crítico y límites claros”, afirma el especialista.

10 claves para usar la IAG de forma segura
Cánovas propone un decálogo claro y directo que todo joven —y adulto— debería conocer antes de interactuar con sistemas de IA generativa:
- Verifica siempre la información que recibas.
- Contrasta con otras fuentes.
- Protege tu privacidad.
- No compartas datos de otros.
- Pon límites de tiempo al uso.
- No hagas nada que pueda dañar a otros.
- Recuerda: no estás hablando con una persona.
- Si algo te incomoda, busca ayuda.
- Mantén una actitud crítica.
- Atento a señales de manipulación o información falsa.

La tecnología avanza a pasos gigantes, pero nuestros valores, nuestro juicio y nuestra responsabilidad deben ir más rápido aún. Acompañar a nuestros hijos no significa prohibirles el acceso a la IA, sino enseñarles a usarla con criterio, conciencia y seguridad.
Porque al final, lo más importante no es qué dice la inteligencia artificial, sino lo que nuestros hijos piensan de sí mismos después de escucharla.