En julio, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) alcanzó un récord histórico con 23.59 millones de trabajadores afiliados. Este aumento se debe principalmente a la incorporación de 1.29 millones de trabajadores independientes de plataformas digitales, tras el arranque de un programa piloto para su aseguramiento.

Aunque es una buena noticia para la formalización laboral, no implica que se hayan creado nuevos empleos, sino que muchos de estos trabajadores ya estaban ocupados y ahora cuentan con seguridad social.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp) ha señalado que el número de afiliados al IMSS no siempre refleja la creación de puestos de trabajo. Esto se debe a que el registro incluye diferentes modalidades:
- Régimen Obligatorio: trabajadores afiliados por su patrón.
- Régimen Voluntario: personas que deciden afiliarse por cuenta propia.

Además, una misma persona puede aparecer en más de un registro, lo que puede inflar las cifras. Por ello, el aumento de afiliados puede deberse a cambios administrativos y no necesariamente a más empleo.
De hecho, durante años, el crecimiento de afiliaciones supera el ritmo de la economía, lo que llevaría a pensar en una baja en la productividad si todas fueran plazas nuevas, algo poco probable.
Con la formalización de los trabajadores de plataformas digitales, la tasa de informalidad podría bajar cerca de dos puntos porcentuales, aunque seguiría por encima del 50% de la población ocupada.

Para tener un panorama más claro de la generación de empleo, los expertos recomiendan combinar la información del IMSS con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (Enoe) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En resumen, la formalización es positiva y trae beneficios para los trabajadores, pero el verdadero reto sigue siendo crear empleos nuevos, bien pagados y de calidad.