La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) hizo un llamado al diálogo y la colaboración entre el Gobierno Federal y el sector productivo antes de aprobar cualquier incremento a los aranceles de importación, con el fin de evitar impactos negativos en los precios, el empleo y la competitividad nacional.

El organismo reconoció la importancia de fortalecer la industria mexicana y de establecer condiciones más justas frente a prácticas desleales de comercio internacional. Sin embargo, advirtió que un aumento abrupto en los aranceles podría generar presiones inflacionarias, encarecer productos básicos y afectar el poder adquisitivo de las familias.
Coparmex subrayó que las medidas deben aplicarse de manera gradual y sustentarse en análisis técnicos que reflejen la capacidad real de los sectores productivos del país. Implementar ajustes sin este respaldo, señaló, podría provocar disrupciones en las cadenas de suministro, desabasto y afectaciones directas a la economía de los hogares.

La confederación detalló que en varios sectores productivos, como el de calzado, electrodomésticos, artículos escolares, juguetes y utensilios del hogar, aún no existe la infraestructura suficiente para sustituir de forma inmediata los bienes importados. Por ello, un incremento repentino de hasta 35% en algunos aranceles —como plantea la propuesta actual— podría derivar en mayores costos para las empresas y una reducción en su competitividad.
Además, alertó que la combinación de cuotas compensatorias, precios mínimos de importación y cargas administrativas podría generar barreras para el comercio formal. Estas condiciones, agregó, incentivan el contrabando y la pérdida de recaudación fiscal, afectando a las empresas y trabajadores que cumplen con sus obligaciones.

De acuerdo con Coparmex, un aumento generalizado de los aranceles sin considerar la estructura industrial del país podría tener efectos contrarios a los esperados. Las cadenas manufactureras mexicanas perderían competitividad y los bienes exportados a Estados Unidos y Canadá se encarecerían, lo que pondría en riesgo la atracción de inversiones y el empleo en sectores clave.
La confederación insistió en que cualquier modificación arancelaria debe realizarse de forma gradual, técnicamente fundamentada y alineada con la capacidad productiva nacional. Asimismo, propuso acompañar estas medidas con programas e incentivos que fortalezcan a las micro, pequeñas y medianas empresas vinculadas a las cadenas de suministro afectadas.

Finalmente, Coparmex reiteró su disposición al diálogo y a la construcción de acuerdos que permitan a México avanzar hacia una política comercial inteligente, capaz de fomentar la innovación, fortalecer la industria nacional y proteger el bienestar de las familias mexicanas.