La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) expresó su preocupación por los bloqueos realizados esta semana por la Asociación Nacional de Transportistas (ANTAC) y diversas organizaciones campesinas, al considerar que estas movilizaciones evidencian la gravedad de un problema que afecta a todo el país y que se volvió insostenible para la actividad productiva.

De acuerdo con un sondeo interno realizado entre los Centros Empresariales de Coparmex, 33 de las 55 ciudades y regiones participantes reportan afectaciones directas en carreteras, aduanas fronterizas, nodos logísticos y rutas estratégicas. Entre los estados y regiones con mayores impactos se encuentran Jalisco, Guerrero, Chihuahua, Ciudad Juárez, Michoacán, Zacatecas, Veracruz, Durango, Puebla, Sonora, Baja California, Guanajuato, Cuauhtémoc, Tamaulipas, Hidalgo del Parral, así como zonas de San Luis Potosí y Guasave. Estas interrupciones, señala el organismo, ya generan retrasos en el transporte, pérdidas económicas y riesgos para empresas y operadores que dependen del flujo constante de mercancías.
Coparmex manifestó su respaldo a las demandas de transportistas y productores agrícolas, quienes enfrentan diariamente robos, extorsiones, cobro de piso y agresiones que ponen en riesgo su integridad y su patrimonio. La confederación considera que su exigencia de condiciones mínimas de seguridad para trabajar es legítima y refleja una realidad que se normalizó a niveles inaceptables.

El organismo empresarial insistió en que la magnitud del problema demanda respuestas inmediatas y coordinadas por parte de las autoridades. Subrayó que se requieren acciones que garanticen seguridad en carreteras, rutas de carga y puntos logísticos, para evitar que la ciudadanía y los sectores productivos continúen vulnerables frente a la violencia.
Coparmex advirtió que la inseguridad carretera no solo afecta al transporte de carga, sino que compromete el funcionamiento de las cadenas productivas, incrementa costos logísticos, deteriora la competitividad regional y coloca a México en desventaja frente a sus socios comerciales. Además, señaló la falta de instituciones financieras que atiendan las necesidades reales del sector agrícola, pues actualmente no existen créditos adecuados ni instrumentos efectivos para enfrentar los incrementos de costos y la volatilidad del mercado.

El organismo hizo un llamado al Gobierno Federal y a los gobiernos estatales para establecer una coordinación efectiva que contemple vigilancia en tramos de alto riesgo, atención a denuncias por extorsión, operación eficiente de trámites indispensables para el transporte de carga y mecanismos de conciliación que involucren a productores, transportistas, autoridades y empresas. De acuerdo con Coparmex, ninguna solución será sostenible sin una estrategia conjunta que atienda las causas estructurales de estos conflictos.
La confederación reiteró también la urgencia de ofrecer soluciones a los productores agrícolas afectados por el precio pagado por la tonelada de maíz, el cual no cubre los costos de operación. Esta situación, advirtió, ya generó afectaciones directas a empresas afiliadas a diversos Centros Empresariales, cuyos ingresos y viabilidad están comprometidos ante la falta de apoyos que permitan mantener operaciones y preservar empleos.

Coparmex consideró indispensable la instalación de una mesa nacional de diálogo con la participación de los sectores afectados y una representación equilibrada de los estados más impactados. Esta mesa, indicó, debe generar compromisos claros, plazos verificables, inversión suficiente y criterios homogéneos que permitan garantizar un entorno seguro para quienes participan en la producción agrícola, el transporte y la logística.
Finalmente, el organismo llamó a las autoridades a restablecer de manera inmediata la libre circulación en carreteras, evitar la criminalización de quienes expresan sus demandas y construir soluciones a través del diálogo y la eficacia. Advirtió que México no puede permitirse mantener paralizadas sus rutas estratégicas ni vulnerar sus cadenas logísticas, pues ello afecta directamente la competitividad y la actividad agrícola, considerada fundamental para la soberanía alimentaria.