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Cambio de cultura laboral, clave para que México se integre al grupo de países más productivos

Mejorar los entornos de trabajo y fomentar el equilibrio vida-trabajo, el reto más urgente para el desarrollo del país

Foto: Leslie Flores / EsImagen

Foto: Leslie Flores / EsImagen

Para que México logre posicionarse entre las economías más productivas del mundo, es indispensable transformar su cultura laboral hacia una que priorice el bienestar integral de las personas trabajadoras. Así lo afirma Roberto Martínez, director de la iniciativa Empresa Familiarmente Responsable (EFR), quien subraya la urgencia de generar entornos de trabajo más saludables, flexibles y equilibrados.

La conciliación entre la vida personal y laboral no debe reducirse únicamente a la regulación de horarios o permisos. Se trata de construir espacios de trabajo que reconozca y apoye los proyectos de vida de los colaboradores, generando beneficios tanto para las personas como para las empresas.

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Foto: Leslie Flores / EsImagen

Distintos estudios, como los realizados por la firma Pandapé, señalan que las jornadas laborales extensas afectan negativamente la salud, aumentan los niveles de estrés y reducen la seguridad en el entorno de trabajo. En contraste, cuando se implementan políticas que favorecen el equilibrio vida-trabajo, se eleva la satisfacción de los empleados y, con ello, su productividad y compromiso con la organización.

Una medida clave para avanzar en esta transformación, apunta Martínez, es el respeto irrestricto a los tiempos de descanso: evitar la sobrecarga de tareas, respetar las vacaciones y permitir el disfrute pleno de las licencias. Asimismo, fomentar esquemas flexibles y culturas centradas en el bienestar resulta cada vez más indispensable.

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Foto: Freepik

Según datos de Adecco, el trabajo remoto puede aumentar la productividad hasta en un 77%, incluso si se implementa solo algunos días al mes. Sin embargo, también existen otras opciones como las jornadas reducidas, que pueden contribuir significativamente al bienestar sin comprometer el rendimiento.

El cambio de mentalidad —coinciden los especialistas— es esencial. Más allá del cumplimiento de metas, las organizaciones deben comprender que apostar por la conciliación no representa una concesión, sino una ventaja competitiva tangible.

Reducir la jornada laboral es un paso, pero no basta por sí solo

Aunque la reducción de la jornada laboral es una propuesta valiosa, por sí misma no garantiza mejores resultados. Roberto Martínez advierte que esta medida debe ir acompañada de una preparación adecuada de los líderes para gestionar de forma más efectiva a sus equipos de trabajo.

Trabajar menos no resuelve los problemas si el liderazgo no es adecuado. Reducir el horario es positivo, pero el reto de fondo es formar líderes capaces de crear dinámicas laborales sanas”, sostuvo.

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Foto: Leslie Flores / EsImagen

En ese sentido, es importante que cada organización analice sus posibilidades antes de aplicar recortes en la jornada laboral, ya que no todas operan bajo las mismas condiciones. Para algunas, trabajar menos de 40 horas es viable; para otras, podría ser complicado bajar de las 48 sin ajustes estructurales.

Martínez enfatiza que lo más importante no es tanto la cantidad de horas trabajadas, sino la calidad directiva que se ejerce. La eficiencia y la competitividad también se fortalecen mediante la inversión en tecnología, capacitación continua y desarrollo de habilidades del personal.

“Los gobiernos tienden a centrarse más en el tiempo de trabajo que en la calidad del liderazgo, cuando en realidad, esta última es la que define la capacidad de una organización para prosperar en un entorno cambiante”, concluyó.