Durante el primer semestre de 2025, la región norte del país concentró la mayor parte de las inversiones privadas anunciadas, de acuerdo con datos actualizados por Data México, plataforma de inteligencia económica de la Secretaría de Economía. En particular, Baja California, Nuevo León y Sonora se posicionan como los principales destinos de capital privado, tanto en términos de monto como en generación de empleos.

Encabezando la lista, Baja California registró anuncios de inversión por un total de 4 mil 224.8 millones de dólares, lo que representa no solo la mayor captación de recursos, sino también la mayor generación potencial de empleo, con 18 mil 750 puestos de trabajo estimados a partir de estos proyectos. Esta cifra consolida a la entidad como un polo estratégico de atracción de capitales, impulsado por su ubicación fronteriza, su infraestructura industrial y la creciente integración con los mercados de Estados Unidos y Asia-Pacífico.
En segundo lugar se encuentra Nuevo León, con una proyección de dos mil 489.8 millones de dólares en inversiones privadas. Estas inyecciones de capital estarían acompañadas de la creación de aproximadamente 2 mil 650 empleos directos, fortaleciendo la posición del estado como un referente nacional en innovación, manufactura avanzada y desarrollo logístico.

Por su parte, Sonora se mantiene como otro actor destacado, al registrar anuncios de inversión por 2 mil 274.8 millones de dólares. Aunque el número estimado de empleos es menor —alrededor de mil puestos de trabajo—, esta inversión refleja la creciente importancia del estado en sectores estratégicos como la minería, energías limpias y la industria automotriz, en particular con el impulso de proyectos vinculados al litio y electromovilidad.
De acuerdo con la Secretaría de Economía, los sectores más favorecidos por estas inversiones privadas son la manufactura, el comercio y los servicios, con un énfasis particular en industrias de alta tecnología, cadenas de suministro globales y exportación.

El comportamiento observado en estos estados del norte responde a varios factores estructurales y coyunturales: la relocalización de empresas extranjeras (nearshoring), la firma de acuerdos comerciales internacionales, la modernización de parques industriales, así como políticas estatales orientadas a facilitar la llegada de capital privado.
Este panorama reafirma el papel clave que desempeña el norte del país en la dinámica económica nacional, no solo como receptor de inversiones, sino como generador de empleos, innovación y desarrollo industrial sostenible.