Más allá de las colegiaturas, la educación privada en México implica una serie de gastos adicionales que las familias deben contemplar al inicio y durante el ciclo escolar. Inscripción, uniformes, libros, actividades extracurriculares y servicios complementarios forman parte de los costos que diferencian a la educación privada de la pública.
De acuerdo con el Sistema de Información y Gestión Educativa (Siged), en el ciclo anterior más de 2.5 millones de estudiantes cursaron niveles básicos en instituciones privadas, lo que representa alrededor del 11% de la matrícula nacional. Aunque esta cifra es inferior al promedio de América Latina —cercano al 20% según la ONU—, muestra la relevancia del sector en México.
Diferencias en el gasto frente a la educación pública
El desembolso inicial en una escuela privada puede oscilar entre 10 mil y 15 mil pesos, de acuerdo con estimaciones del Inegi. Este monto incluye inscripción, primera colegiatura, seguro médico, uniformes de uso diario y de gala, además de libros y cuadernos. A lo largo del año, las familias deben considerar gastos adicionales como colegiaturas mensuales, incluso en periodos vacacionales, paseos escolares con costos variables y actividades recreativas internas.
En contraste, en escuelas públicas los gastos suelen ser menores. Para un ciclo completo, el desembolso aproximado ronda los 4 mil pesos, incluyendo uniformes y artículos escolares, lo que representa una diferencia significativa respecto a la educación privada.

Distribución del gasto en los hogares mexicanos
La Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (Enigh) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señala que, en promedio trimestral, las familias destinan el 6% de su gasto corriente a rubros educativos. Sin embargo, este porcentaje varía de acuerdo con el nivel de ingresos: los hogares de menores recursos destinan alrededor de 2.7%, mientras que los de mayores ingresos llegan a invertir 8.3%. Esta diferencia refleja la desigualdad de acceso a la educación privada en el país.
Derechos y obligaciones de las escuelas privadas
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) establece que las instituciones privadas deben informar, por escrito y antes de la inscripción, los programas y grados que ofrecen, así como su incorporación a la SEP para garantizar validez oficial. En caso de no contar con ella, están obligadas a aclararlo.
Asimismo, las escuelas deben transparentar los costos totales de conceptos como inscripción o reinscripción, número de colegiaturas, cobros por exámenes extraordinarios, cursos de regularización, actividades extracurriculares, transporte y alimentación, entre otros. También deben entregar el reglamento escolar, el calendario de pagos y detallar posibles descuentos o recargos.

En caso de incumplimiento de pagos
Si una familia deja de cubrir tres o más colegiaturas, la institución puede dar por terminada la relación contractual, siempre que lo notifique con al menos 15 días de anticipación. Sin embargo, al tratarse de educación básica y media superior, las escuelas no pueden retener documentación oficial y deben entregarla en un plazo máximo de 15 días hábiles después de su solicitud, sin generar costos adicionales.
Con estos elementos, las familias interesadas en optar por la educación privada en 2025 pueden tomar decisiones informadas, considerando no solo la colegiatura mensual, sino el conjunto de gastos que acompañan este modelo educativo.